La lucha sigue, Samuel Vive.
Este jueves 3 de julio,
se ha celebrado en Sevilla un acto de homenaje a Samuel Luiz en el 4º
aniversario de su asesinato, convocado por un total de once entidades LGTBIQA+.
Compartimos la declaración
que se ha leído durante el mismo.
Las entidades Adriano
Antinoo, Togayther, Crezco Familias LGTBI, Adhara, DeFrente LGTBI, Adelante
LGTBI, Sevilla Diversidad, ONG Stop, Blank and Queer, Fundación Triángulo y San
Juan Diversa convocaron para ayer jueves 3 de julio, en el cuarto aniversario
del vil asesinato del joven homosexual coruñés, Samuel Luiz, un acto de
homenaje en la Plaza Nueva de la ciudad de Sevilla.
Durante el mismo se
leyó una Declaración que compartimos a continuación:
En la madrugada del 3 de julio de hace cuatro años, una turba persiguió y asesinó la joven coruñés Samuel Luiz.
La noticia de este
linchamiento nos fue sobrecogiendo y finalmente indignando, y a las pocas
horas, organizaciones LGTBIQA+ de todo el país convocamos manifestaciones de
repulsa.
El odioso crimen vio
aumentar su crueldad cuando personas de su entorno, medios de comunicación,
incluso responsables políticos e institucionales cuestionaron el carácter LGTBIQfóbico
del mismo.
Ser asesinado al grito
de maricón parecía no ser suficiente para acreditar el delito de odio que
provocó su cruel y violento asesinato.
Y es que las víctimas
de los delitos de odio en enfrentan a prejuicios sociales que precisamente
sustentan dichos delitos. Al falso argumento de que no es posible calificar de
delito de carácter LGTBIQfóbico cuando el agresor o agresores desconocen la
orientación sexual de la víctima, se une la consideración de rencillas previas
cuando la orientación sexual de la víctima es conocida. En definitiva, supone
negar en todo momento que tras la mayoría de las agresiones a las personas
LGTBIQ+ lo que subyace es la LGTBIQfobia social.
Tras casi cuatro años
de espera, los Tribunales han establecido la verdad judicial del caso,
atestiguando que al menos cuatro fueron los asesinos, cuyos nombres queremos
hoy recordar aquí:
Asesino Diego Montaña, condenado
a 24 años de prisión y cinco años de libertad vigilada por asesinato con
agravante de discriminación (homofobia).
Asesino Alejandro
Freire, condenado a 20 años por asesinato sin agravantes y cinco años de
libertad vigilada.
Asesino Kaio Amaral, condenado
a 17 años de prisión por asesinato y a cinco años de libertad vigilada; además
de a tres años y medio por el robo del móvil de la víctima.
Alejandro Míguez, condenado
a 10 años de cárcel y cinco de libertad vigilada.
Pero nada puede
devolver a la vida a Samuel Luiz. Como nada podemos hacer para borrar el horror
de sus últimos minutos de vida. Nadie debería ser asesinado nunca, pero menos
aún abandonar esta vida aterrorizado por una turba asesina que te persigue.
Nos queda el consuelo
de saber que al menos algunos de sus asesinos han visto como su comportamiento
han provocado el horror y la condena social y penal.
Sin duda Samuel
confiaba, como todas, todes y todos nosotros, tener una larga y feliz vida,
respetado y querido, y poder vivir plenamente su orientación sexual. Aquella
madrugada el odio y la sinrazón frustraron cualquier proyecto de vida.
Recordar a Samuel es,
por lo tanto, un deber cívico, como lo es reconocer y recordar a todas las
víctimas. Porque la violencia LGTBIQfóbica no para, sigue presente en nuestras
vidas cotidianas, y en todos los rincones de nuestro país.
Como por ejemplo cuando
hace pocos días, en la ciudad de Jaén, un joven fue atacado por dos hombres que
lo increparon al grito de “maricón” y le propinaron bofetadas. Posteriormente,
un tercer hombre, de mediana edad y acompañado por una mujer y dos menores, lo
tiró al suelo y golpeó su cabeza contra el pavimento, repitiendo los insultos
homófobos.
La Comunidad LGTBIQA
debemos hacer sentir nuestro apoyo a todas las víctimas de delitos de odio por
LGTBIQfobia. No podemos unir a su miedo a no ser creídas nuestras sospechas o
dudas.
Las personas LGTBIQA
debemos prepararnos ante la posibilidad de ser víctimas de delitos de odio,
saber como reaccionar, saber como denunciar y saber como actuar hasta conseguir
que los tribunales de justicia apliquen correctamente la legislación vigente.
La muerte de Samuel
Luiz no ha sido en valde. Nos conmovió, nos indignó y nos movilizó. Pero esa indignación
debe permanecer en nuestros corazones.
Sin odio, sin miedo,
con orgullo, pero sin olvidar.
Los delitos LGTBIQfóbicos
se pagan y cada día más. Pero no pararemos hasta conseguir que nadie en nuestro
país sufra la discriminación, el odio, la violencia por su corporalidad, su
identidad de género, su orientación sexual o su expresión de género.
Este es el compromiso
del activismo.
Por Samuel.
Por todas, todos y
todes. Muchas gracias.
Comentarios
Publicar un comentario