HISTORIA | La Unión Democrática de Homosexuales de Málaga, el primer movimiento de Andalucía (finales de 1976)
Capítulo
del libro “Lo personal es político. Historia del Movimiento Homosexual de
Andalucía” de los autores Juan-Ramón Barbancho y Pablo Morterero.
Estamos cansados de nuestra marginación. Queremos que la sociedad nos comprenda y nos integre en ella. Somos personas normales. Sólo nos distorsionamos internamente. Sólo somos distintos en el sexo. Denunciamos la persecución de las leyes, las detenciones, irregularidades y malos tratos que sufrimos. La misma sociedad nos conduce a la prostitución... Tras esta presentación haremos una campaña de divulgación, daremos charlas y organizaremos reuniones, a fin de lograr el mayor número posible de asociados. Los que entren queremos que lo hagan con plena conciencia y convencimiento. Lo primero que buscamos es que el homosexual se conciencie de su problemática, que se realice como tal y que afronte la situación. Hay que ser realistas (Blanco y Negro. ABC 26 de enero de 1977)[1].
A pesar de haber recibido alguna información sobre la existencia anterior de un grupo en el campus de El Egido de la Universidad de Málaga, debemos considerar a la Unión Democrática de Homosexuales (UDH) de Málaga la primera organización homosexual de Andalucía. Se trata además de una iniciativa endógena, particular y original dentro del movimiento homosexual español.
El inicio de la gestación de la UDH hay que remontarla a finales de la vida del dictador. Antonio Gutiérrez Dorado, un joven malagueño, emigra a Barcelona en los primeros años de la década de los 70. En la ciudad condal es detenido durante una redada en un bar de ambiente y es condenado a un año y medio de prisión en aplicación de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social. Tras el cumplimiento de la pena, y de acuerdo con lo previsto legalmente, fue desterrado de Barcelona, lo cual le llevó de nuevo a su ciudad natal.
Allí se matriculó en la única academia malagueña de peluquería que aceptaba alumnos varones y entró en contacto con otros jóvenes homosexuales. De aquella convivencia y de las conversaciones mantenidas con otros iguales en los bares de ambiente de Torremolinos que frecuentaban, nació la idea de crear una organización similar a las que había conocido Gutiérrez durante su estancia en Barcelona. Y así nació la UDH a lo largo de 1976.
No deja de llamar la atención la denominación elegida por sus impulsores. Hasta esa fecha, la mayoría de las organizaciones españolas se habían inspirado en el Front Homosexual d´Action Revolutionnaire (FHAR) francés y en el Frente de Liberación Homosexual (FLH) argentino[2], para elegir sus nombres. Tan solo la organización próxima al PCE, el MDH, había elegido el término “democrático”.
Al parecer, la reflexión realizada por el grupo impulsor de la UDH era que sólo en los sistemas socialdemócratas las personas homosexuales habían conseguido avances reales en su derecho, y que era la democracia en sí quien podía asegurar las libertades para que las personas homosexuales no fuesen objeto de persecución y discriminación[3].
Durante el primer año de la Transición, la UDH fue definiendo sus reivindicaciones y buscando complicidades con otras organizaciones progresistas que estuvieran a favor de la liberación sexual en general, y de la liberación homosexual en particular.
A través de algunos militantes socialistas, se buscó un acercamiento a las Juventudes, primero, y al PSOE después. Como recuerda el catedrático de historia contemporánea de la Universidad de Málaga, Antonio Nadal[4], secretario de organización de los socialistas malagueños a principios de la Transición,
Un día de 1976 por la sede de Duquesa de Parcent[5], apareció un muchacho (entonces casi todos lo éramos) de apariencia frágil, de modales delicados, no obstante de claridad y precisión notables. Dijo llamarse Antonio Gutiérrez Dorado […] me dijo, venía a presentarme una asociación la UDH (Unión Democrática de Homosexuales). Me quedé impresionado. Debo reconocerlo.
1976 fue pues el de preparación de la organización, el año donde se redactaron los Estatutos (que lamentablemente no se conservan[6]) y se redactó el Manifiesto.
Mientras los Manifiestos del resto de organizaciones muestran una gran coincidencia tanto en su contenido como en su redacción, al punto que algunos copian textualmente de los anteriores[7], el de la UDH es completamente original. Por su interés, lo reproducimos completo[8]:
A LA OPINIÓN PÚBLICA
AL PUEBLO MALAGUEÑO
Los homosexuales malagueños conscientes del momento histórico por el que atravesamos, de superación de una etapa fascista a otra democrática, ante nuestros propios compañeros y ante la opinión pública DENUNCIAMOS la situación en la que nos encontramos los homosexuales sin que hasta ahora ningún estamento social o religioso se halla atrevido a reivindicar nuestros problemas ni siquiera en estos momentos en que tanto se habla de democracia, dignidad humana, libertades…, a luchar por nuestras aspiraciones y derechos que nos corresponden igual que a cualquier ser humano marginado o explotado.
La iglesia es culpable en primer grado por su visión moral minimalista basada en el concepto de “ley natural”; sin considerar que sus formulaciones doctrinales no alcanzan la moderna antropología y quedan condicionadas en su valor normativo por la ignorancia que de estas cuestiones presentan los textos bíblicos y la moral tradicional, que obviamente no cae la intención de estos juicios.
Nos vemos sometidos a una represión legal y social por parte del gobierno, que ha tipificado nuestra manera de ser diferente como delito dentro del contexto de la Ley de Peligrosidad Social; la cual tiene establecido en el territorio Nacional bajo la denominación de Centro de Rehabilitación Social para homosexuales, un espacio de campo de concentración, invirtiendo los fines para los cual fue creado; centenares de homosexuales somos conducidos a estos Centro como vulgares delincuentes, oscilando las condenas de tres meses a seis años, donde somos explotados y humillados.
DENUNCIAMOS las arbitrariedades o irregularidades que se producen en las detenciones y procesos judiciales, junto con los malos tratos que recibimos en las Comisarías y Cárceles, por lo que se violan la Carta de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, recientemente firmadas por el Gobierno.
DENUNCIAMOS que debido a nuestra marginación social el 70% de los homosexuales no encuentran otra salida para subsistir que la prostitución, con el peligro que la misma encierra. EXIGIMOS que se ponga recurso a esta situación social.
Usted ciudadano puede tener un familiar o amigo homosexual,
AYUDELO, AYUDENOS A REIVINDICAR NUESTROS DERECHOS HUMANOS:
- ABOLCIÓN DE LA LEY DE PELIGROSIDAD SOCIAL
- AMNISTÍA PARA TODOS LOS PRESOS POR MOTIVOS HOMOSEXUALES
- EXIGIR UNA COMPRENSIÓN ECLESIÁSTICA Y UNA REVISIÓN SOBRE LA CONCEPCIÓN DE SU ÉTICA-SEXUAL, EN NOMBRE DEL MANDAMIENTO DEL AMOR
- ATENDIÓN POR PARTE DEL ESTADO Y PARTIDOS POLÍTICOS DE NUESTRA PROBLEMÁTICA SOCIAL
- DESAPARICIÓN DE LA DISCRIMINACIÓN SOCIAL, LABORAL Y CULTURAL DE LA QUE SOMOS OBJETO.
LUCHAMOS por aceptar nuestra realidad concreta y realizarnos como hombres, junto con todos los que luchan por un MUNDO CUALITATIVAMENTE DIFERENTE:
UNIÓN DEMOCRÁTICA DE HOMOSEXUALES[9].
Si analizamos este Manifiesto con los del resto de organizaciones nacidas en aquellos años recogidos por Soriano Gil (hasta un total de 13) podemos observar que el de la UDH carece de análisis marxistas presente en el resto, y hace un planteamiento más directo a los problemas reales a los que se enfrentaban muchos de los homosexuales españoles de la década de los 70, como la precariedad socio-laboral que obligaba a la prostitución (aunque el dato del 70% recogido por la UDH nos parezca tan solo un argumento publicitario), una apelación directa a la Iglesia Católica (en el resto la exigencia general era la separación Iglesia-Estado) y la referencia a la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación desde la experiencia de aquellos que han vivido las detenciones, las torturas y el destierro.
Ya que el núcleo de la UDH era jóvenes trabajadores, el apoyo de las universitarias Juventudes Socialistas fue muy importante, sobre todo a la hora de la realización de campañas en los ambientes universitarios malagueños. Incluso dentro de esa estrategia de permeabilización, miembros de la dirección de las Juventudes acompañaron a miembros de la UDH a bares de ambiente de Torremolinos para conocer más de cerca sus realidades[10].
A pesar de la cercanía con Juventudes Socialistas y el PSOE, no debe entenderse que la UDH estuviese políticamente dentro del movimiento socialista. Al contrario, esa cercanía fue vista con recelo por parte de la dirección colegiada del PSOE de la época, cuyo Comité Provincial reunido el 4 de febrero de 1978, tras la rueda de prensa que dio a conocer a la UDH, acordó “tener cuidado con este tema [la homosexualidad], por la reticencia de los pueblos, y enviar a Madrid un informe para pedir una alternativa a la homosexualidad”.
Asimismo, se acordó en dicha reunión “hablar con ellos [la UDH] para clarificarles y tengan cuidado con la imagen del partido” y que se “les indicara que no se podía constituir ningún frente dentro del Partido, ni hacer uso del Partido (asambleas, comunicados, etc.) para sus fines”[11]
Una realidad que los mismos miembros de la UDH se encargaron de reiterar en numerosas ocasiones en las entrevistas a la prensa.
La reacción del Comité Provincial del PSOE malagueño vino por el éxito de la rueda de prensa que se ofreció a finales de 1976, que recogió Cambio 16 en su número 264 (del 27 de diciembre al 2 de enero) con el titular “Un nuevo partido político: homosexuales unidos”, con un tratamiento tan inadecuado de la información, que llevó a la UDH a remitir una carta de rectificación. La crítica de la organización homosexual no sólo era por la foto de recurso utilizada (de una manifestación londinense) sino también por afirmar el artículo que la UDH estaba en negociaciones para incorporarse al PSOE, cosa que se rechazaba como inexacto
ya que somos un movimiento independiente y sin ninguna relación directa con ese Partido ni ningún otro. No obstante, reconocemos aceptar la ayuda de cualquier partido político, al margen de que militantes de la UDH puedan ser, a la vez, militantes socialistas o de cualquier otra organización.
El reparto de propaganda realizado el 13 de enero de 1977 en la zona universitaria de El Egido llevó al ABC a dar cuenta de la constitución de la UDH en su edición del 14 de enero de 1977[12], cuando publicó:
SE HA CONSTITUIDO en Málaga la Asociación Democrática de Homosexuales, que en la tarde de ayer inundó de octavillas la zona universitaria de El Ejido. En dichas octavillas, los homosexuales piden solidaridad y comprensión por parte de la Iglesia y de la sociedad. También solicitan amnistía para todos los que se encuentran detenidos por homosexualidad, como asimismo no les sea aplicada la Ley de Peligrosidad Social.
La acción reivindicativa también captó el interés de otros medios, como del diario El Sol de España, quien en su edición del viernes 14 de enero de 1977 publicó:
OTRA
INUNDACION
Si hace unos días nos referíamos a la inundación de carteles de la Asociación de Amistad y Solidaridad con el Pueblo Saharaui, hoy tenemos que referirnos a otra inundación: la de octavillas firmadas por la Unión Democrática de Homosexuales, inundación que se ha producido en la zona universitaria. En las octavillas, dirigidas a la opinión pública malagueña, denuncian su situación laboral y social, al tiempo que solicitan comprensión y solidaridad entre otras cosas.
El
impacto de aquella presentación pública de la UDH a finales de 1976 fue muy
relevante. Así, la revista Blanco y Negro recogió una amplia entrevista a los
miembros del grupo, donde no se les nombraba pero sí se les fotografió[13].
Incluso encontró eco en la
prensa satírica, como en la revista Mata
Ratos[14],
quien en su sección “¡Gay de mí!” publicó:
Los que se han lanzado al ruedo son los nenes de la Unión Democrática Homosexual de Málaga, que se dejan hacer reportajes, utilizando sus nombres auténticos y dejándose fotografiar, no con un ilegítimo orgullo de ser gays sino con una consciente tranquilidad por algo de lo que nadie puede responsabilizarles.
¡Aprended, machos! Y vosotras también, mariquitas pasadas y folklóricas. Hay que ser serias y formales.
Que si no viene luego CAMBIO-16, que también presume de progre en algunas cosas, y coloca la foto de un travesti para hablar de esa misma Unión Demócrata de Homosexuales.
Y es que a veces hay muy poco de falta de concepto a la hora de ensañar la manga. Así que ya sabéis, a dar ejemplo.
¡Marías, sed serias!
Pero sin duda, el reportaje más importante fue el publicado por la revista La Gaceta Ilustrada en su número de 20 de febrero de 1977, con el título “Los homosexuales dan la cara”. En el mismo, en fotografías donde se les reconocía perfectamente, aparecían dos militantes de la UDH, Antonio (Gutiérrez Dorado), quien era presentado como secretario general de la organización, y José Manuel.
Se trataba de la primera vez en la prensa española donde homosexuales “daban la cara” mostrándose y dando sus nombres reales.
Más allá de la exposición mediática, la UDH se embarca rápidamente en el proyecto impulsado por la Agrupación Mercurio de recogida de firmas para solicitar al ministro de justicia para solicitar la derogación de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social.
Con fecha 27 de marzo de 1977, la citada Agrupación remite un escrito a la UDH informándoles de la intención de lanzar un comunicado que pretendían que fuese conjunto de todas las organizaciones, así como anunciándoles la campaña de recogidas de firmas, añadiendo “Nuestra intención no es tanto que la carta llegue al ministro, sino que pase de mano en mano, se conozca en la calle y se publique en la prensa”.
Pero esta iniciativa fue exitosa, ya que se recogieron más de 6.000 firmas a nivel nacional, presentándose a la prensa el sábado 21 de mayo de 1977 en el Club Amigos de la UNESCO en Madrid en nombre de un total de 9 organizaciones, entre ellas la UDH[15] y con el apoyo de personalidades como Joaquín Ruiz-Giménez, Rafael Alberti, Pablo Castellano, Juan Antonio Bardem, Antonio Gala, Rafael Fernández, Alfonso García Pérez, Eloy de la Iglesia, Pedro Olea, Ana Belén, Víctor Manuel, Pí de la Serra…
También destacó la UDH en su interés en contactar con organizaciones homosexuales norteamericanas, sobre todo a través de clientes de los bares de Torremolinos. No sólo consta en el acta de 6 de febrero de 1977, cuando se recoge que “Pepe, nos traducirá los temas más interesantes de la revista que nos mandaron los chicos de Nueva York” y “Antonio, será el encargado de escribir una carta el Movimiento de Nueva York para un cambio de impresiones y Pepe se prestó voluntario para traducirlo al Inglés”, sino que además se incluyó el ofrecimiento a la Agrupación Mercurio en una carta enviada por la UDH el 14 de febrero de 1977, en la cual se afirma “Solamente me queda comunicarte que tenemos contactos con la organización del(sic) Gays de los Estados Unidos.”[16]
A mediados del año 1977, la UDH vive su propio periodo de reflexión impulsado entre algunos de sus miembros, entre ellos por su secretario general, Antonio Gutiérrez Dorado, sobre la necesidad de incorporarse a partidos políticos de clase para avanzar en la consecución de derechos para las personas homosexuales.
Ello provoca la disolución de la UDH hacia
mediados de 1977 y el paso de algunos de sus integrantes a las Juventudes
Socialistas, como fue el caso de Gutiérrez Dorado, quien fue nombrado
secretario provincial de formación y miembro del Comité Federal de las
Juventudes Socialistas de España.
Ello posibilitó que en el XIII Congreso Federal
de las Juventudes Socialistas de España, celebrado en Madrid en septiembre de
1977, se aprobase por unanimidad la ponencia sobre homosexualidad defendida por
las Juventudes Socialistas de Málaga.
Por su interés y al no haberse recogido hasta ahora, la publicamos íntegra.
Resoluciones XIII
Congreso de Juventudes Socialistas de España. Madrid, 27-29 de septiembre de
1977.
HOMOSEXUALIDAD
Dentro del contexto de represión sexual que existe en la sociedad capitalista, represión que se fundamenta ideológicamente en la moral tradicional de la Iglesia, su fundamento máximo, la cual ejerce su monopolio de la enseñanza moral en la sociedad a través de las escuelas y de sus relaciones directas con las fuerzas capitalistas, nos encontramos con una realidad que ha estado y está considerada con un tabú: la homosexualidad.
La marginación social y discriminatoria que sufren los homosexuales tienen su fundamento, como todo lo relativo a la esfera de las relaciones sexuales, en la estructura ética-sexual. La ética sexual establece una división entre “pecados contra natura” y pecados según la naturaleza. De esta manera se dictamina dogmáticamente que la función exclusiva de los órganos genitales es la procreación, que los órganos genitales no deben utilizarse en la búsqueda del placer todo ello combinado con la idea maniquea y duralista(sic) de que es malo todo lo que se refiere al cuerpo, fundamentalmente lo sexual. Esta ética sexual ha sido elaborada por la Iglesia durante siglo siendo asimilada por la clase dominante, siempre en el son de sociedades poco desarrolladas con otra forma de sujeción (sic) ideológica de las clases dominantes. Todo ello debenía(sic) y deviene (sic) en una situación estática en relación a los problemas de la sexualidad, que afecta a todos los sectores: la pareja, lo jóvenes, los homosexuales, etc., puesto que todo acto sexual es ilegítimo si no se realiza, como mal menor, la prostitución como forma de ocultar a canalizar la represión sexual. Toda esta lógica ético-sexual permanece en cuanto que representa la ideología dominante y su transformación sólo es posible a través del logro de la revolución socialista.
La homosexualidad, es diferenciación sexual ha sido conceptuada por la sociedad burguesa como una mera perversión antinatural por saturación hetero sexual. Por ello, la sociedad en la que vivimos actúa discriminatoriamente hacia los homosexuales a todos los niveles con lo que a los mismos sólo les queda el suicidio directo u otra forma indirecta de “ser suicidado” por el alejamiento de esta sociedad que los expele con náuseas. En España, al no haberse dado como en otros países la humanización legislativa, sino que al contrario, al estar interrelacionados la moral y el Código Penal a causa del periodo fascista, sea (sic) legislado represivamente contra los homosexuales, como puede observarse en la Ley de Peligrosidad Social. Por ello, no sólo se reprime sexualmente a los homosexuales como a las demás personas, sino que, desde la legislación sean dictadas leyes unitativas (sic) que implican que un homosexual pueda ser condenada a seis años de cárcel, agravando más su problemática, puesto que ya no sólo un individuo marginado sino inhabilitado y sin posibilidades de reinserción de la sociedad, puesto que la homosexualidad queda conceptuada como un delito contra la sociedad, por lo que se pasa de una marginación por causa diferencial, a una conceptuación delictiva del problema.
Debido a todos los factores analizados, el homosexual no se acepta como tal sino que se reprime, aunque no puede suprimir su tendencia, lo que le lleva a la angustia y a la neurosis.
Las JJ.SS. no sólo debemos luchar por la liberación sexual que afecte a las relaciones hombre-mujer, sino que debemos profundizar en nuestra lucha por los derechos sexuales afirmando la necesidad de eliminar los factores sociales y jurídico que marginan a los homosexuales.
La revolución sexual debe comenzar considerando cada hombre como un ser autónomo y libre, y ello sólo es posible en el seno de una sociedad que elimine las actuales relaciones económicas entre los hombres, que suprima la existencia de dos clases antagónicas, explotadores y explotados, y posibilite la realidad del hombre que hemos definido. Por ello, aunque en estos debemos luchar por la conquista de una sociedad democrática, en el seno de la que puede lograr un más amplio nivel de la integración social.
En la actual sociedad española, como resultado de la dominación ideológica, e hace imprescindible una amplia campaña que amplíe la información que posee el pueblo sobre los homosexuales, determinando con ello una ampliación del grado de conciencia sobre los problemas de los homosexuales, por lo que debe fijare un programa a corto plazo que posea una doble funcionalidad: concienciar a la sociedad y a los homosexuales mismos.
El desarrollo de la lucha de clases ha de implicar necesariamente la incorporación a la labor de disolución del capitalismo de todos los sectores afectados por su dominación, por ello las JJ.SS. debemos potenciar todos los organismos de la lucha reivindicativa que los homosexuales desarrollen, y, a la vez, dado que muchos homosexuales no sólo sufren la marginación como consecuencia de su diferenciación sexual, sino que, dada su cualidad de trabajadores, experimentan la explotación económica capitalista, por lo que debemos integrarlos organizativamente en la dinámica de la lucha de clases por la transformación de la sociedad capitalista en sociedad socialista, única sociedad donde se eliminarán cualquiera de los modos de marginación o explotación.
Por todo ello, a corto y a medio plazo exigimos:
Abolición de los artículos de la Ley de Peligrosidad Social que afectan a los homosexuales.
Libertad para todos los encarcelados por delitos de homosexualidad, así como devolución de todos los derechos civiles.
Desaparición de la discriminación social, laboral y económica:
a) Derecho de los homosexuales a explicar su problemática a través de los medios de comunicación de masas.
b)
Eliminación de la
discriminación laboral que margina a los homosexuales al acceso de un trabajo
digno.
c)
Creación de los
organismos que protejan a los homosexuales jóvenes, protegiéndoles para que la
prostitución no sea, en gran parte, la única forma de subsistir.
d)
Análisis científico de
la problemática sexual en las escuelas y demás centros de enseñanza como forma
de explicar cuáles son los factores que conducen a la homosexualidad.
e) Derechos a lugares de reunión y de diversión para los homosexuales, dadas las actuales estructuras sociales en las que nos movemos, aunque comprendemos que, a largo plazo, en el contexto de la sociedad socialista, a priori no debe mantenerse estos establecimientos como algo diferenciador del resto de la sociedad.
[1] http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/blanco.y.negro/1977/01/26/057.html
[2] Está por estudiar la influencia de los exiliados argentinos en España en 1976 provenientes del Frente de Liberación Homosexual de Argentina, fundado en 1971, entre los que se encontraban Héctor Anabitarte. El FLHA fue miembro observador de la Coordinadora de Frentes de Liberación Homosexual del Estado Español (COFLHEE). Por su parte Anabitarte fue cofundador en los 80 del Comité AntiSida de Madrid.
[3] Entrevista a Antonio Gutiérrez Dorado. Agosto de 2017.
[4] Nadal, Antonio. (2011). Un día te vendrán por ningún motivo. La formación del PSOE 1975-1977. Ed. Antonio Nadal.
[5] La primera sede del PSOE en Málaga tras la Guerra Civil, situada en la calle Duquesa Parcent, se inauguró el de agosto de 1976. Nadal, Antonio. Op.cit.
[6] De la existencia de los Estatutos queda constancia en el acta de la reunión de la UDH, celebrada el día 6 de febrero de 1977, donde se acordó: “Pepe, fue también designado para sacar fotocopias de los Estatutos, y de todos los artículos que han sido publicados en la Prensa”. AAGD.
[7] Una comparación entre los distintos Manifiestos es posible gracias a la magnífica tesis doctoral nonata de Manuel Ángel Soriano Gil, publicada en 2005 con el título “La marginación homosexual en la España de la Transición”. Editorial EGALES, SL.
[8] En la transcripción del texto hemos corregido los errores tipográficos, faltas de ortografía, etc.
[9] Para la inclusión en este libro hemos elegido utilizar el
del pasquín repartido en El Egido en enero de 1977 y no la transcripción de
Soriano Gil.
[10] Entrevista a Antonio Gutiérrez Dorado. Agosto de 2017.
[11] Nadal, Antonio. Op. Cit.
[12] ABC (edición Sevilla). Viernes 14 de enero de 1977. Pág. 15
[13] Blanco y Negro. 26 de enero de 1977.
[14] MATA RATOS. 25 de febrero de 1977. II Época. Número 45.
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