HISTORIA | Frente de Liberación Homosexual de Andalucía (1978-1987)
Capítulo del libro “Lo
personal es político. Historia del Movimiento Homosexual de Andalucía” de los
autores Juan-Ramón Barbancho y Pablo Morterero.
La primera referencia documental que hemos encontrado del Frente de Liberación Homosexual en Andalucía (FLHA) es el artículo, citado varias veces, publicado por El País el 25 de junio de 1978, sobre la génesis de los movimientos homosexuales en nuestro país.
En dicho artículo se recoge que
Relacionados de una u otra forma con los citados, existe movimientos de homosexuales en distintos puntos del Estado español; entre ellos podemos citar los siguientes: Movimiento de liberación Homosexual de Euskadi, Juventud Gay de Euskadi, Frente de Liberación Homosexual Galego, Movimiento Homosexual Aragonés, Frente de Liberación Homosexual de Sevilla, Córdoba y Granada; Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria de Andalucía.
Es decir, que para mediados de 1978 se daba por constituida la organización en al menos tres provincias andaluzas, lo que le convertía en el grupo más estructurado de la entonces región andaluza.
Esta información entra en contradicción con otras fuentes documentales y orales, como la información facilitada por Joaquín Vázquez, impulsor del FLH de Granada primero, y de Sevilla después, y la propia documentación del FLHA en 1982, cuando considera fundado el FLH de Sevilla en 1980, y el FLH de Andalucía en 1981.
¿Cómo interpretar estas divergencias? Nuestra hipótesis es que el Movimiento Comunista (MC) “patrocinador” inicial del Frente de Liberación Homosexual en Andalucía, intentó en varias ocasiones su constitución en las provincias donde tenía una mayor presencia.
Pero esos intentos no terminaron de cuajar hasta que finalmente lo haría ya en la década de los ochenta.
Durante la Transición, en el seno del MC, de orientación maoísta, existió un intenso debate sobre la necesidad de crear una estructura exclusivamente de mujeres, que actuaran de forma transversal. Este debate provocó que la cuestión homosexual se convirtiese asimismo en una prioridad del partido[1].
Reflexionando sobre su vivencia como militante homosexual en un partido marxista, Vázquez analizaba la visión que se tenía de sobre la homosexualidad, señalando que los militantes homosexuales eran considerados más vulnerables ante la represión policial, ya que podían ser objeto de chantaje y además de ser más débiles para resistir los interrogatorios y las torturas.
Asimismo, señalaba que todas las organizaciones homosexuales de la época se apoyaban en alguna organización política lo que llevaba a muchos a tener la doble militancia, en la organización homosexual y en la estructura partidaria[2]. Visto con perspectiva, consideraba que los activistas sin doble militancia tuvieron mayor visión de futuro y fueron más rupturistas.
Dentro de esta dinámica, hacia finales de 1978, principios de 1979, el MC “ordena” a Joaquín Vázquez, estudiante aún en la Facultad de Derechos de Granada, a crear una estructura homosexual, que devino en el Frente de Liberación Homosexual de Granada, cuya presentación se realizó en la iglesia de San Idelfonso de Granada[3], en un acto al que asistieron unas 20 personas.
El acto público más relevante realizado por el FLH de Granada, fue la participación del mismo en el Primero de Mayo de 1979.
Al finalizar el curso 1978/1979, ya como licenciado en Derecho, Joaquín Vázquez se traslada a Sevilla a trabajar como abogado laboralista de CCOO. Se trataba de la obligación que tenían todos los universitarios del MC de vivir un año como “desclasado”, es decir, vivir como un obrero manual. En el caso de los licenciados en derecho se les permitía, no obstante, ejercer como abogados defensores de los trabajadores.
A su llegada, se le encarga la constitución de la sección sevillana del Frente de Liberación Homosexual, cosa que lleva a cabo con una asamblea en el Roll-Dancing de calle Calatrava, que ocupaba el mismo espacio que tenía anteriormente CCOO y que acogió los mítines del Orgullo de 1978 y 1979.
En un folleto de 1983 del FLHA, se describe así:
Hace cuatro años, con motivo del Día del Orgullo Gai, aparecieron en las calles sevillanas carteles de hombres y mujeres abrazados que convocaban a una reunión –a la que siguieron otras- que puso de manifiesto la existencia de un grupo de personas especialmente interesadas por el tema de represión y discriminación homosexual.
A esta convocatoria acudieron alrededor de cincuenta personas, y de ahí salió un grupo dirigente estable de unas diez personas. Los activistas “bisagra” que participaron en el Movimiento Homosexual de Acción Revolucionaria de Sevilla (MHAR) y se incorporaron al FLHS fueron Luis Alfonso, apodado el pianista, y Antonio Morillo.
Para entonces, Joaquín Vázquez recuerda que el MHAR y “Paca la Brava” era vivido como algo del pasado, sin demasiada conexión con el naciente FLHS.
En el mismo año de 1980 se creó una Coordinadora regional, en la que participan además del FLHS y el FLHG, el Frente de Liberación Homosexual de Córdoba (FLHC), que encabezaba un muchacho del MC de Bujalance, y el Frente de Liberación Homosexual de Málaga (FLHM), que dirigía uno al que llamaban “La Malos Tratos”, cuya primera reunión se celebró en la Iglesia de San Idelfonso. Fue el paso previo para constituir finalmente el Frente de Liberación Homosexual de Andalucía en mayo de 1981.
A nivel organizativo, el Frente de Liberación Homosexual en Andalucía significó una experiencia rupturista respecto a las organizaciones de los años 70.
Si las primeras organizaciones fueron eminentemente localistas (aunque el MHAR buscó crear un segundo grupo en Córdoba), muy vinculadas a la personalidad de sus impulsores (Antonio Gutiérrez en el MDH de Málaga, Paco Cambrollé en el MHAR de Sevilla), y principalmente participados por alumnos universitarios (como fue el caso del FHAR y el MLH granadinos), el FLHA buscó articular un proyecto global para Andalucía (no podemos olvidar que su nacimiento fue parejo a la creación y consolidación del proyecto autonomista de la Junta de Andalucía), que se nutría de diversos grupos sociales, como estudiantes, trabajadores y empresarios (que evitó la inevitable inestabilidad que aportan los estudiantes universitarios, pendientes de los ciclos académicos), y que consiguió crear una dirigencia colegiada, que impidió que el abandono de Joaquín Vázquez al frente del FLHA en 1985, supusiese la desaparición de la organización.
El debate producido en otras partes del Estado sobre la conveniencia de inscribirse para dotarse de personalidad jurídica propia, aunque aparentemente tardío, fue resuelto favorable a la inscripción.
El impacto en la estabilidad de los primeros movimientos homosexuales de la decisión de inscribirse o no, no ha sido suficientemente estudiada, pero que consideramos muy interesante a nivel organizativo.
Por su origen en ocasiones asambleario, a veces anarco, las primeras organizaciones homosexuales rechazaron la necesidad de inscribirse como asociaciones con personalidad jurídica propias, además de la imposibilidad legal de hacerlo ya que sus fines eran ilegales hasta que no fue eliminada la homosexualidad como estado de peligrosidad de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social el 26 de diciembre de 1978.
Esta posición casi hegemónica fue cuestionada por el FAGC, el Frente Homosexual de Cantabria y EHGAM, quienes en la IV reunión de la COFLHEE, celebrada en Vigo en 1978, apreciaron “la oportunidad de exigir la legalización de nuestras organizaciones antes de la aprobación de la Constitución”, “como medio fundamental para imponer socialmente la normalidad de nuestro comportamiento sexual, y anular en su aplicación práctica a las leyes que nos reprimen y marginan”[4].
El 20 de diciembre de 1978, el FAGC presentó al Ministerio del Interior la documentación para su inscripción, que fue rechazada el 19 de enero de 1979. Tras la presión social, política e internacional, el Ministerio resolvía el 16 de julio de 1980 inscribir al FAGC en su Registro de Asociaciones y visar sus estatutos. Esto animó a EHGAM a solicitar su inscripción el 3 de julio de 1979. Pero al contrario que en el caso del FAGC, no hubo respuesta del Ministerio, por lo que la organización vasca volvió a solicitarlo el 21 de junio de 1981. Y a pesar de la gran presión política realizada por EHGAM a través de las instituciones forales vascas y ayuntamientos de la Comunidad, hubo que esperar a la victoria del PSOE en 1982, para que el 15 de febrero de 1983 fuese inscrita.
Ambas organizaciones siguen existiendo actualmente (2018).
Por su parte, el Frente de Liberación Homosexual de Castilla (FLHOC) optó por no inscribirse, disolviéndose finalmente hacia 1981.
¿Es correcto establecer la analogía entre inscripción-permanencia y no inscripción-desaparición? En caso afirmativo, habríamos obtenido de forma empírica la respuesta al intenso debate producido en su día. Pero el testigo para confirmar esa hipótesis se encuentra en el FLHA.
En el caso de la organización andaluza, su inscripción fue tardía, y más que como respuesta a un debate ideológico parece que respondió a razones prácticas. En la organización de la III Semana del Cine Homosexual de Sevilla, organizado por el FLHA en 1984, la prensa recogió que “Por otro lado, se produjeron también dificultades administrativas derivadas del hecho de que el Frente de Liberación Homosexual de Andalucía (FLHA), no está, al parecer, legalizado. Los organizadores buscaron alguna entidad que les representase pero algunos trámites de carácter burocrático lo impidieron”[5]
Finalmente, ese mismo mes de julio de 1984 el FLHA quedaba inscrito en el Registro de Asociaciones del Ministerio del Interior con el número 55834[6]. Una inscripción que no impidió que para finales de los 80 se considerara disuelta.
Hacia 1983, el FLHA[7] se definía como una organización:
- Independiente de todo partido político, si bien mantiene con éstos las oportunas relaciones para el logro de sus objetivos y reivindicaciones.
- Solidaria con otros
movimientos u organizaciones de carácter marginal, tales como feministas,
ecologistas, no violentos, objetores de conciencia y otros grupos progresistas,
con los que intenta una más o menos estrecha colaboración, a raíz de mantener
puntos de vista afines sobre el papel de la persona en su entorno social.
- Unitaria al estar
abierta a todos los homosexuales independientemente de sus creencias e
ideologías.
Teniendo como objetivos generales:
1º) La consecución de una sexualidad libre y sana –con la consiguiente liberación de la homosexualidad- que permita el desarrollo de la personalidad y felicidad del individuo.
2º) La consideración
del deseo homosexual como un elemento más de la sexualidad básica del ser humano.
3º) Eliminación de
categorías arbitrarias, tales como: “heterosexual-homosexual”, o de “roles” o
papeles sexuales como “masculino-femenino”, “macho-hembra”, sujeto
“activo-sujeto pasivo”, “dominante-dominado”.
4º) Superación del
gueto homosexual.
5º) Creación de
relaciones humanas libres y alternativas a las de familia o matrimonio.
Durante los primeros años, el FHLA será muy activos en varias provincias, pero a lo largo de los años parece que fue reduciendo su actividad hasta circunscribirse en exclusiva a Sevilla.
Pero desde el principio se observa la voluntad de desarrollar un trabajo regional, con campañas y acciones coordinadas, como la campaña en 1981 de solidaridad con Elianne Morrisens, profesora expulsada por lesbiana; en protesta por la utilización de los frentes en la película “Gay-Club”; por la alegación de homosexualidad de Luis Cobos como eximente en el llamado “Caso Almería”; por las declaraciones homofóbicas del Papa en su futura visita a España; y se edita un boletín unitario titulado “Gai-Andalus”.
Una acción que también fue de gran impacto fue la difusión en 1981 del cartel elaborado por la COFLHEE con ocasión del Mundial de Futbol de 1982, siendo Málaga y Sevilla sus sedes en Andalucía. En el mismo se veía una foto de dos futbolistas en el que uno le metía la mano en el “paquete” al otro, bajo el lema Lo nuestro sí que es mundial. La tensión hacia los grupos homosexuales se acrecentó porque las autoridades
pretendían que España no sólo se viera como un país democrático sino también ‘decente’. La COFLHEE respondió a la presión policial, entre otras acciones, con esta campaña que empapeló las ciudades: Naranjito, la mascota del evento deportivo, apareció ‘vestido de loca’ (en palabras de Jordi Petit), diciendo que si había algo verdaderamente mundial era…‘lo nuestro’[8].
En 1982 se editaron a nivel regional folletos con la resolución del Consejo de Europa de 1 de Octubre de 1981, en la que se reconocía el derecho a la homosexualidad; se consiguió consensuar un comunicado con el PSOE, el PSA, el PCE, el MCA, el OLM y el propio FLHA, en el que se comprometían a apoyar la despenalización de la homosexualidad y la derogación de cualquier disposición discriminatoria; se participó en la Marcha a Rota contra la OTAN; se emitió un comunicado contra la visita del Papa; se organizó una mesa redonda con partidos políticos, de cara a las elecciones de octubre de 1982, donde vencería el PSOE de forma contundente; y se editaron almanaques de bolsillo evocando la figura de Lorca.
En 1983, se potenciaba la interlocución institucional, con la reunión mantenida con la Junta de Andalucía en relación a los archivos policiales sobre homosexuales, educación, presencia policial en zonas frecuentadas por homosexuales, cultura, subvenciones, etc.
Esta reunión fue recogida por ABC[9], el cual publicó:
Homosexuales andaluces piden a la Junta la destrucción de las fichas policiales.
El pasado viernes una comisión del Frente de Liberación Homosexual de Andalucía (FLHA) fue recibido por la directora general de Asuntos Sociales de la Junta de Andalucía, Carmen Gago, con la que trataron el posible pronunciamiento del Gobierno y el Parlamento andaluces a favor de la resolución del Consejo de Europa sobre los homosexuales. “En esta resolución de octubre de 1981, el Consejo de Europa pedía a los Estados miembros la abolición de toda legislación discriminatoria para los homosexuales y reconocía el derecho a la homosexualidad” dice un comunicado del FLHA.
La comisión de esta asociación abordó con la directora general de la Junta temas de las áreas de educación, cultura e interior. Entre otras cosas pidieron la destrucción de los archivos policiales sobre homosexuales.
Aparece en ese año un tema que será al final casi el único trabajo que desarrollará el FLHA a partir de 1986, la lucha contra el VIH-Sida. Así en 1983 desde la organización andaluza se emite un comunicado protestando por el tratamiento dado por la prensa al tema del Sida, y Joaquín Vázquez, como parte de la delegación de la COFLHEE, mantienen una entrevista con el Ministro de Sanidad, Ernest Lluch, para trasladarle la preocupación de las organizaciones homosexuales sobre el SIDA. El ministro no pareció darle mucha importancia a la pandemia en aquella primera reunión. Pero pocos meses más tarde, el Ministro les convocó preocupado por los derroteros por los que avanzaba la pandemia.
Por último, el FLHA tuvo una participación muy activa contra la entrada de España en la OTAN y a favor del No durante la campaña del Referendum convocado por el gobierno del socialista Felipe González.
A nivel de los Frentes provinciales, a finales de 1981 existía un grupo trabajando en Cádiz dentro del FLHA, pero no hemos localizado más información sobre el mismo.
Si el FLH de Córdoba que participó en la constitución del Coordinadora en 1980 estaba liderado por un joven de Bujalance, para 1983 se había asentado en Córdoba capital, abriendo una sede en la calle Amador de los Ríos, 50.
En Granada, el FLH pareció acusar el traslado de Joaquín Vázquez a Sevilla en 1980, ya que, si bien en 1981 se celebró el Día del Orgullo Gai con fiesta y charlas, y se editó el boletín “Junio-28”, y en 1982 otra fiesta con ocasión del 28-J, desde entonces no hemos encontrado más actividades realizadas en dicha ciudad.
Málaga fue sin duda la provincia, junto con Sevilla, donde el FLHA consiguió una mejor estructura. Además de la celebración del Día del Orgullo Gai en 1981, se editó el boletín “Reivindicazuka”, organizándose una Semana “Por una sociedad al servicio de las personas” en la que participaron también feministas, ecologistas, no violentos, minusválidos y gitanos.
1982 fue también un año muy intenso en actividad del FLH de Málaga, ya que fue la entidad anfitriona de la reunión de la COFLHEE en mayo de ese año; se participó en la manifestación del Primero de Mayo; en el Festival de Cine de Autor de Benalmádena, celebrado en marzo, el FLHA presentó “A un Dios desconocido”; el Día del Orgullo Gai se celebró con una concentración de dos mil personas en el centro de la ciudad, donde se pasó “Cabaret”, se representó “Doña Rosita la soltera” y actuaron Cámara y Danza Invisible; en agosto, en Estepona se llevó a cabo la realización de un camping gay, que estuvo a punto de no poder celebrarse por la oposición del Gobernador Civil.
Pero sin duda, la joya de la corona del FLHA fue la provincia de Sevilla.
Desde 1980, el FLH de Sevilla editó un fanzine titulado “Guirigai”, celebrándose reuniones semanales y repartiéndose propaganda. Aquel año se realizó una fiesta en La Carbonería, que visibilizó al Frente y a partir de ese momento se establecieron relaciones con Bartolomé Ruiz, Director General de Equipamientos Culturales de la Junta de Andalucía y con Bernardo Bueno, concejal de cultura, que permitieron posteriormente subvenciones para actividades como las Semanas de Cine Homosexual.
En 1981, el FLHS celebra el Día del Orgullo Gai con una fiesta y alguna charla, pero será en 1982 cuando se ponga en marcha la iniciativa que más importante del Frente en Sevilla, las Semanas del Cine Homosexual.
En la Primera Semana de Cine Homosexual tuvo lugar en la Sala de Arte y Ensayo de San Vicente, del lunes 21 de junio al domingo 27 de junio de 1982.
Por su interés histórico y ser poco conocido, trascribimos la Introducción al Ciclo que se incluyó en el folleto editado por el FLHA, se defendía la celebración de la Semana del Cine Homosexual:
La evolución de nuestra sociedad en todos los campos nos ha llevado, si no a comprender del todo, sí al menos a aceptar en un alto porcentaje ese fenómeno social que unos han llamado enfermedad, otros lacra o desviación y que, apoyados por la anacrónica y desaparecida Ley de Peligrosidad social se han esforzado por extinguir inútilmente: la homosexualidad.
Cuando el Código Penal borra de sus líneas dicha Ley de Peligrosidad, y en todo el mundo se celebran manifestaciones de carácter Gay, no está fuera de lugar que el cine también se preocupe del problema homosexual. Porque no podemos vivir al margen de esta realidad. Existe. La tenemos al lado y debemos aceptarla nos guste o no, sin falsos escándalos ni actitudes reaccionarias como últimamente se han venido manifestando en sectores del monopolio moral.
Hoy se habla demasiado del respecto a las ideas de los demás, pero muchos permanecen acantonados en su “bunker” de ideas inculcadas, rechazando así la ideología que pregona nuevas formas de amor y comunicación. Los defensores de estas ideas, tan antiguas como el propio hombre, merecen todo el respeto, y en época de reconocimiento de los derechos humanos, tales personas deben gozar del derecho de amar libremente puesto que el amor no conoce frontera ni esquemas preestablecidos.
El cine ha tratado de hacernos patente esta realidad enfocándola desde diversos puntos de vista. Intenta ayudarnos a comprender la problemática homosexual patente en toda la geografía del planeta y presente en cualquier cultura.
El presente ciclo, dedicado a profundizar algo que en el hecho homosexual, nos muestra las angustias, alegrías, horizontes e infierno que viven los hombre(sic) y mujeres que se apartan del amor “oficial”.
Esta muestra de cine no pretende agotar el tema ni se exhaustiva. Es un primer intento de plantear al aire libre este “tabú” para que cada uno saque las consecuencias que pueda.
En esa I Semana del Cine Homosexual de Sevilla se proyectaron las películas Sebastiane de Derek Jarman; Escenas de caza en Baviera de Peter Fleischman; Diferente de Alfredo Alaria; Starcaise de Stanley Donen; Ocaña (retrat intermient) de Ventura Pons y Teresa e Isabel de Radley Metzger.
La II Semana de Cine Homosexual de Sevilla, tuvo lugar del lunes 20 de junio al domingo 26 de junio de 1983, en el mismo espacio, el Cine San Vicente.
En aquella Semana se proyectaron los siguientes films: A un Dios desconocido, de Jaime Chávarri; El derecho de amar, de Esteban Rovira; The Ritz, de Richard Lester; Mandeley, de Jesús Garay; Un hombre llamado Flor de Otoño, de Pedro Olea; Canciones de nuestra vida, de Eduardo Manzano; Sexttete, de Ken Huges; Flesh, de Paul Morrisey; y Vicios pequeños, de Eduard Molinaro.
No deja de llamar la atención, que al contrario de lo que
ocurrió con la I Semana de Cine Homosexual, ABC no recogió en su programación
las proyecciones de 1983.
La III Semana del Cine Homosexual de Sevilla, y que a la postre sería la última, tuvo lugar del 30 de junio al 6 de julio de 1984.
Como ya hemos podido intuir al hablar de la inscripción en el Registro del FLHA, la edición fue especialmente conflictiva a nivel político.
Ya en la Comisión Informativa de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla celebrada el 7 de junio de 1984, el delegado de cultura, el socialista Bernardo Bueno, se vio obligado a retirar la propuesta ante la actitud de los concejales de la oposición de derechas. ABC lo recogió así[10]:
Propuesta por el área de Cultura: Posible subvención municipal a una semana de cine homosexual
Un denominado “Frente de Liberación Homosexual” ha solicitado al Ayuntamiento una subvención de novecientas ochenta mil pesetas para la celebración en nuestra ciudad de una Semana de Cine Homosexual. El asunto fue incluido en la orden del día de la Comisión Informativa de Cultura de ayer bajo el epígrafe de “Liberación homosexuales”, lo que causó cierta extrañeza entre los concejales de la oposición, que acudieron inmediatamente a examinar el expediente para averiguar de qué se trataba. El delegado de Cultura, Bernardo Bueno, retiró el asunto de la Comisión Informativa antes de que se debatiera por faltar todavía algunos trámites. No obstante, el señor Bueno Beltrán manifestó a ABC que concedería la subvención al “Frente de Liberación Homosexual”, aunque la cifra alcanzara solamente la mitad de lo solicitado.
A pesar de haberse celebrado dos ediciones, que había encontrado incluso eco en ABC en 1982, en el tono de la nota se percibe el escándalo con el que acogió la oposición de derechas la iniciativa del FLHA.
Pero fue la elección del cartel de la III Semana la que
levantaría en armas a la derecha sevillana. En el mismo se reproducía cuatro
veces -una de ellas invertido- los genitales del David de Miguel Ángel, que
consideraron pornográfico:
El Grupo Popular expresó ayer
su más absoluta disconformidad con el cartel de la Semana de Cine Homosexual,
que sido fijado en algunas paredes del centro de la ciudad. Dicho cartel
contiene cuatro dibujos viriles masculinos, que, a juicio del Grupo Popular,
podría infringir lo establecido en materia de publicidad de películas eróticas
y pornográficas. [….] “En ningún momento estamos en contra de que se celebren
estos certámenes –señaló José María Ferre– sino que se financien con el dinero de
todos los sevillanos”[11].
El
cartel del “escándalo” había sido
elegido entre 30 trabajos que se presentaron a la selección.
Dos
concejales del grupo Popular incluso, según testigos presenciales, llegaron a
arrancar uno de estos carteles de las cercanías del ayuntamiento[12].
Por
esta razón el Consistorio tuvo que denegar la colaboración económica y sólo
pudo financiarse con la de la Junta de Andalucía, que fue de doscientas mil
pesetas y se pudieron cubrir los gastos de publicidad y propaganda. El ayuntamiento estaba dispuesto a aportar
cuatrocientas mil. Así, el programa se tuvo que recortar.
El hall del cine se decoró con abundantes tules, gasas y flores, instalación del joven artista Jabi Machado y una reproducción de “San Sebastián”. Aunque la programación fue modificada, el público acudió masivamente como en las dos ediciones anteriores. En la programación se pudieron ver las películas El hombre herido, Feliz Navidad, Mr. Lawrence, de Nagisha Oshima; Entre nosotras, Polyester, Laberinto de pasiones, del español Pedro Almodóvar; Los placeres ocultos, de Eloy de la Iglesia; De repente, el último verano, un homenaje a Montgomery Clift y Tennesse Williams. Además, tras las proyecciones hubo “coloquios sobre temas relativos a las dificultades cotidianas con las que se enfrentan los homosexuales, en los distintos campos de su actividad. Desde el mundo del trabajo hasta las relaciones personales y familiares”[13].
Además de las tres ediciones citadas de la Semana de Cine Homosexual organizaron, en el mismo cine San Vicente, la proyección de Ocaña, retrato intermitente (1978), en septiembre de 1983, como homenaje al recientemente fallecido Ocaña, y también la de Un año con 13 lunas (1978), de Rainer W. Fassbinder, también como homenaje tras su muerte en 1982.
A nivel organizativo, en 1984 Joaquín Vázquez da un paso atrás, asumiendo la dirigencia de la organización Manuel Alejandre Alejandre, que pilotará la organización hasta su disolución fáctica, que no formal, a finales de la década.
Posiblemente 1985 fue el principio del fin del FLHA. Alejandre comenzará a dirigir una organización que ya había perdido presencia territorial y social, a la cual se le planteaba la cuestión fundamental de la pandemia del SIDA, que estaba causando estragos en el mundo homosexual masculino. Y a todo ello se añadió la derrota del Referéndum de la OTAN.
Y es que, para Vázquez, la filosofía del FLHA era que la liberación homosexual pasaba por la eliminación del capitalismo. Y la victoria del Sí en el Referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN, demostró que el régimen se había consolidado y no había alternativas para la izquierda extraparlamentaria[14]. De hecho, tras la derrota del No, Joaquín Vázquez abandonó la militancia homosexual.
A partir del Referendum de la OTAN, la actividad del FLHA, reducido únicamente a Sevilla, fue la promoción de acciones para luchar contra la pandemia del VIH-Sida, con algunas excepciones, como la ya comentada tras las presiones vecinales contra los bares de ambiente del entorno de la calle Trastamara, o la concentración ante el Consulado de Estados Unidos tras el fallo del Tribunal Supremo de la república americana “contra la sodomía y los asaltos sufridos en diversos bares de ambiente gay de Barcelona por parte del grupo ultraderechista Milicias Catalanas”[15] que reactivó políticamente a la organización.
Para el FLHA, el SIDA no fue una lucha abstracta sino directa, ya que pronto empezó a afectar directamente a los miembros de la organización.
La colaboración del FLHA con el Dr. Leal, especialista en medicina interna, y miembro del equipo de investigación del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, empezó en torno a 1984, ya que uno de los objetivos de dicho estudio era la población homosexual sevillana, junto con la de heroinómanos, muchos de ellos presos.
Dentro de esa colaboración, miembros del FLHA se sometieron a análisis de detección del VIH, que al parecer dio como resultado que alrededor de la mitad de los miembros de la organización se habían infectado. Lamentablemente, ninguno de los afectados compartió dicha información con sus compañeros. El terror había ya comenzado[16].
Para Vázquez, la evolución del FLHA desde la lucha desde la diferencia hacia la lucha por la igualdad, llevó que, al aparecer el SIDA, no fuesen capaces de articular una respuesta eficaz.
En agosto de 1985 el Gobierno andaluz creó un Comité de Expertos para luchar contra la pandemia, y anunció que
Convocará próximamente a representantes del Frente de Liberación Homosexual de Andalucía para tratar de las actuaciones conjuntas a realizar con el fin de prevenir el Sida en este colectivo social, que, como es sabido, es uno de los más expuestos al riesgo de contraer esta enfermedad.
La Consejería –se dice en la nota informativa– desea evitar, aunque sea con el simple carácter de consejo, que se condicionen actitudes limitativas desde fuera de este colectivo social. La situación poco dramática que ofrece en Andalucía, al menos hasta el momento, la mínimo incidencia del Sida entre los homosexuales, posibilita que sea este mismo colectivo quien asuma el protagonismo en las medidas de autodefensa tendentes a la prevención, contribuyendo así a evitar el carácter coactivo que están adquiriendo las actitudes oficiales y sociales en otros países. La Consejería de Salud y Consumo garantizará los medios para que el colectivo de los homosexuales pueda conocer todo lo que concierne en torno a la naturaleza del Sida y a las medidas tendentes a evitar su extensión[17].
Para principios de 1986, la Comisión de Participación Ciudadana sobre el SIDA era ya una realidad. En su primera reunión, celebrada en el mes de marzo, a la que asistió Manuel Alejandre en representación del FLHA, se comunicó por parte de la Consejería de Salud que ocho de los once portadores que habían desarrollado el Sida hasta ese momento en Andalucía, habían fallecido[18].
En aquella reunión, Alejandre advertía que el SIDA podía convertirse en un problema social más que sanitario[19]. Cosa que finalmente ocurrió.
Dentro de esta colaboración con la Junta de Andalucía, el FLHA lanzó en julio de 1986 la primera campaña de prevención del VIH-SIDA con el lema “No te lo pierdas: haz sexo seguro”, una campaña que “tendrá poco sentido si no va acompañada de otras medidas de la Comisión Ciudadana” como la instalación de un teléfono informativo, la creación de centros de diagnóstico sexual donde puedan realizarse las pruebas de anticuerpos, la extensión de la asistencia psicológica y el apoyo a una mayor accesibilidad de los preservativos[20].
La actividad de lucha contra el VIH-SIDA del FLHA continuó al menos hasta 1987[21].
Desde 1988 puede considerarse inactivo el Frente de Liberación Homosexual de Andalucía[22], que no disuelto, ya que actualmente (2018) sigue constando como tal en el Directorio de Asociaciones de la Consejería de Justicia e Interior, con el número 02127.
[1] Esta información proviene de la entrevista a Joaquín Vázquez, realizada
en agosto de 2017.
[2] En el caso de Barcelona durante la Dictadura, esta doble militancia era
habitualmente ocultada.
[3] Es conocida la actitud abierta de José Antonio Moreno, cura párroco de
San Idelfonso de Granada hasta 1984, hacia distintas causas sociales. De hecho,
durante los años setenta, San Idelfonso se convirtió en un referente gay para
muchos homosexuales andaluces. En su obra “El Detective” Miguel Benlloch
describe a Moreno como “miembro del Frente (de Liberación Homosexual) y uno de
sus fundadores”.
[4] López Romo, Raúl. “El movimiento gay y lesbiano en el País Vasco y
Navarra, 1975-1983” (2008) Tercera Prensa, SL.
[5] Polémica en torno al cartel anunciador de la 3ª Semana de Cine
Homosexual en Sevilla. El País, 7 de julio de 1984.
[6] Plan de Actividades 1985. Frente de Liberación Homosexual de Andalucía.
AMAA.
[7] Folleto del FLHA, 1983. AMAA.
[8] Fuente Archivo Histórico del Movimiento LGBT en España.
[9] ABC. 13 de febrero de 1983.
[10] ABC. Viernes 8 de junio de 1984.
[11] ABC. Martes 3 de julio de 1984.
[14] Entrevista a Joaquín Vázquez. Agosto de 2017.
[15] El País. 10 de julio de 1986.
[16] Entrevista a Joaquín Vázquez. Agosto de 2017.
[17] ABC. Jueves, 22 de agosto de 1985.
[18] ABC. Miércoles, 5 de marzo de 1986.
[19] ABD. Domingo, 9 de marzo de 1986.
[20] El País. 27 de julio de 1986.
[21] Manuel
Alejandre participó en representación del FLHA en la mesa redonda “SIDA: algo
más que una enfermedad” organizada por la Fundación Farmacéutica Avenzoar en el
Hotel Los Lebreros el 20 de noviembre de 1987, junto a los doctores Lissen,
Pineda, Pereiro y Monseñor Carlos Amigo, arzobispo de Sevilla.
[22] En la reunión de la Coordinadora de Frentes de Liberación Homosexual del
Estado Español (COFLHEE) reunido en Madrid el 4 de diciembre de 1988 no asistió
ninguna organización andaluza. El País. 5 de diciembre de 1988.
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